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Experiencias Spirituales: Crónicas Indigas v.1.

Quiero partir por definir muy bien a qué me refiero con Experiencia Spiritual*.


Y para este propósito primero haré mención de todo lo que NO me refiero con experiencia spiritual, a saber por el lector:


I. Weás paranormales. Acá tengo cinco experiencias:


1. Una vez fuimos a un campo culiao con unx compañere de la básica y vimos una roca que tenía a una especie de castor o ardilla incrustada en la misma piedra que le temblaban los ojos. CREEPY AS FUCK.



2. Como a mis 6 años estaba tocando un pianito q tenía mi Dad. A un costado del piano estaba la foto de mi bisabuela (muerta Rest in RIP hace poco) con sus cenizas. Yo estaba haciendo una escala penca con el piano y de la nada una tecla dejó de sonar. Me asusté. Me di cuenta que las cenizas y la foto se habían caído. Volví a tocar y sonó la tecla maldyta.



3. A mis 14 años me atropellaron porque crucé en roja (nice one). La gente samaritana que me quería ayudar hizo que me acostara a un costado de la calle y perdí la con100sia por 2 minutos. Antes de despertarme se apareció mi bisabuela diciéndome “voy a rezar por ti”.



4. A los 11 años, cuando volvía cansade a mi casa luego del éxtasis de jugar en la plaza, escuché cómo una voz en mi cabeza (que no era la mía) me decía “acuérdate de esto, disfruta la niñez que te queda”. Un año después quedó la cagá en mi familia y sentí que mi niñez yera.



5. Una vez me hice caca y me di cuenta cuando se me salió una bolita por el pantalón cuando estaba jugando en la plaza (ya no teniía la edad para esos placeres).



II. Viajes astrales. Acá tengo tres:


1. En un sueño muy profundo me puse a volar cual diuca enamorada. La escena completa se transformó en un mar plateado de noche. El cielo entero era una sucesión fractal de un gran mandala verde de colores magnéticos. Mientras volaba hacia el centro del mandala sentía que la sensación de paz oceánica se incrementaba hasta que -por algún motivo- entendí que llegar al centro del mandala significaría dejar mi vida terrenal y me asusté. Me desperté y procuré anclar mis chakras terrenales comiendo chocapic y pan con queso.



2. Otra vez me desdoblé en una siesta de día. Apenas entré en el sueño salí disparade de mi cuerpa. Me sentí tode poderose flotando por mi pieza. Pero ver a mi cuerpa acostada me asustó caleta. Me dio un miedo de la perra y volví a mi aposento corporal habitual a a brevedad.


3. Dentro de mis muchas búsquedas espirituales en una época me hice unos masajes energéticos con una Maeshtra q le había alineado los chakras al mismísimo Matías de Stéfano (si, *emoyi uñas*). No les voy a mentir, tuve los mansos viajes astrales en dimensiones raras. Una vez me fui a una biblioteca gigante con libros gigantes. Se me apareció el libro “filogenética pleyadiana”, lo cual fue un enorme impulso acelerador a mi ego juvenil (aunque nunca entendí el título del libro ni hice nada al respecto sosi).



Emtonse, ¿a qué chucha me refiero?


Con Experiencia Spiritual me referiré específicamente a aquellas experiencias de estados alterados de consciencia extremos (sin drogas en este caso) que tienen la gran cualidad de hacer q unx se sienta parte de algo mayor. O mejor dicho, experiencias en las que el Ego y la sensación de ser un ente separado del resto de la existencia se disuelve -casi- por completo.



Esperiencia 1: El Secreto de los Árboles.


Contexto: En mis 12 quedó La Grande en mi familia. Separación de mis padres, nacimiento de mis hermanes chiques, mi hermanx grande en la clínica al borde de la muerte, cambios de colegio y cambios de casa constante. Ahora tenía 15.


Por los azares del algoritmo de YouTube o Facebook (ya no recuerdo) llegó a mis manos el pinche documental de El Secreto.


Para quienes todavía ignoran este best seller de la autoayuda chanteli se los resumo en una frase: piensa positivo y te irá bien mi guacho.



En mi Yo de 15 resonó profundamente dicha sabiduría ya que apelaba a todo lo que deseaba en la vida: paz, tranquilidad y algún grado de éxito sin realmente esforzarme mucho (aparte que si había algo que yo hacía era pensar weás).


Y me hacía sentido también como ética de vida: "Quizás mis papás en su toxicidad habían creado la realidad de la que yo me quejaba todos los días", pensaba.


Mi excitación inicial se transformó rápidamente en una ferviente disposición empírica-científica-cartesiana. Así es señoras y señores, lo iba a poner a prueba.

Ya conchetumare.



En esa época trabajaba de Perkin en el Bravíssimo (otro día contaré las atrocidades, bizarreses y comedias que me tocó experimentar ahí). Te lavaba los platos, te cocinaba, te asía un helao (1313) y tb te garzoniaba bb.


La propina habitual de los días sábados era como de 15 lucas desde las 04 de la mañana a las 03 de la mañana del día siguiente (se trabajaba bastante jiji). Entonces decidí que mi experimento iba a ser con mi pinche propina.


Me dije: “Ya. Siempre gano entre 14 y 15 lucas los sábados. Voy a visualizar 21 lucas. Así, tal cual”.


Terminó el primer sábado y llegué rebosante de emoción a mi alcoba a contabilizar mis éxitos espirituales. Conchetumare, me faltan 3 lucas ☹



Luego: Conchetumare, verdad que me gasté 3 lucas en esas chelas malas q vendían afuera (Antillanca).


*Éxtasis, credulidad, éxtasis crédulo, excitación, **se moja y se lame**.



Seguí así cada vez que me tocaba garzonear y entré rápidamente en un círculo virtuoso metafísico: lo pensaba – lo comprobaba – me emocionaba – lo pensaba con más convicción.


A veces llegaba justo a la plata que había visualizado, otras veces me faltaban 300 o 500 pesos, incluso algunas veces superaba mis deseos. Pero nunca hice menos de 15, lo que era todo un ésito para mis finanzas pubertas.


Empecé a aplicar esto a otras áreas de mi vida y un día pasó una hueá que realmente me dejó negra peiná patrás.


Un día cualquiera en la colegia se me acerca un infante de básica con una carta en las manos. Tranquilxs, no hay pedofilia ni sacrificios a Satán en mi historia. Era una carta jijijaja de su hermanx mayor. Yo amaba a esa persona con todxs mis deseos adolescentes. Soñaba con esa persona. Le dedicaba todxs los Jowells y Randys del mundo y le dedicaba horas al fantaseo cochino (y bien cochino).


Infantes cochinos sacrificados a Belcebú (2018).


Nunca le había hablado y ahora esa persona me buscaba a mí.


¿QUÉ ME DECÍ?


Mi credulidad se transformó meteóricamente en profundos sentimientos devocionales hacia La Universah*. No le había contado a nadien de todo esto pq sabía que me iba derechin pal psiquiatra. Y tampoco quería chacrear la magia. En vez opté por sumergirme en las profundidades de la Bahina del A-mor U-niversal como si fuera mi propio chiste interno. Y Dios sabe que sorbetié y saborié esos juguitos.



¿YA Y LA PÉRDIDA DEL EGO?


Venía en la micro de vuelta del Bravíssimo al hogar de mis padres. Eran aprox las 23:30 de la noche y opté por bajarme 5 cuadras antes para poder caminar por una calle q tenía unos árboles Wna Persiosos. Venía sintiendo mini devoción cósmica.


Y por algún motivo comencé a caminar cada vez más lento. Más lento… y más lento aún.



Sentía como la ropa rozaba la piel de mi cuerpa, sentía todo el proceso de caminar con sus micro movimientos, me hice consciente de mi cuerpa, mi respiración y su ritmo, el frío que tenía en mis manos paso a primer plano y sentí cómo todos mis sentidos se agudizaban como si alguien me hubiese subido el voltaje áurico de la nada.



Tenía el <3 hinchao como dicen los boomers. Sentía electricidad en mis dedos y un sentido de paz que me envolvía cada vez más. Todo era instinto y derretimiento, nada era sólido.



Me acerqué a uno de esos árboles para ocupar mis nuevos sentidos en su corteza. Lo áspero me hizo conmocionar y continué hueliendo decididamente los pedazos que destrozaba con mis manitas heladas. Era como si cada nueva interacción con el árbol fuera llevándome a un nivel aún más profundo de absolutismo, frecuencia e intensidad.

Más adentro, más adentro… y más aún.



Todo respiraba. Notaba el pulso de los árboles, el suelo, mi mano crecía y se achicaba en un ritmo que jamás había notado. Acerqué mi torso al árbol y sentí que toda mi identidad era soplada y disuelta. No existía el Yo que yo conocía, sabía que no era algo normal, pero también me sentí más tetita que nunca. Ese instante mismo se volvió eterno y no en el sentido cliché de la hipérbole (chilamediabolaita).



Llegué a sentir tanta dicha que sentí que me iba a morir porque no iba a ser capaz de albergar en mi cuerpecita tanta energía cósmica. Pensé que me iban a estallar los chakras y mi explosión iba a hacer triste a mi familia.


Fue tanto todo que llegué a pensar: “Ya, ahora estoy listx para cualquier sufrimiento”.


Y lo que vino después fue exactamente eso o peor.


[COMTINUARÁ]...

 
 
 

4 commentaires


fina y elegante
fina y elegante
04 juil. 2020

quiero ser tu amix porque de berda k 100mto k tenemos xperiemsias similares en cuanto a la preadolecensia refugiadx en las dimensiones del hippismo cosmico pleyadiano y amo como las cuentas . tkmmmmmmmmmmm mux0 sigue asi Gaia

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Daniela Miranda
Daniela Miranda
24 juin 2020

media volá

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khai logic
khai logic
24 juin 2020

recuerda lo desconectadxs que estamos del ambiente y de la forma natural de las cosas. como nuestras vidas se han visto envueltas completamente en influencias ajenas y en enseñanzas varias q han sido detrimentales para nuestra persona y nuestras comunidades.

lo que significa que se nos olvido como especie que somos y que deberiamos ser, como humanos. como animales en este planeta deberiamos cumplir una funcion en el ecosistema que definitivamente no hemos cumplido, aun asi; somos parte del "gran todo", del tao, del universo, de dios, como quieras llamarle, somos no-algo anexo o algo que esta en el universo, pero una mismisima manifestacion del universo en si. somos de lo mismo que todo esta hecho, y al morir nuestro…


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odiotodo
24 juin 2020

bien

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