ESQ LES TENGO EMBIDIA
- Niño Indigo
- 3 jul 2020
- 10 Min. de lectura
Hace unos días participé en un experimento de un podcast lisérgico con mi amigo y ex pololo Dimensión Daniver.
En dicha millennial reunión surgieron un montón de temas que todavía están en revisión para ver si se suben, sobretodo por el nivel de contenido crudo y -posiblemente- funable (a pesar de que yo predico la Filosofía Caszelyiana).
Por lo mismo es que decidí rescatar uno de nuestros tópicos de conversación para pasarlo por el filtro refinador de la escritura com100te. Así que sin más preámbulos;;;
Vergonha Ajena.
Creo que en la Biblia hace falta un relato fundacional sobre la vergüenza ajena, el Cringe que le dicen, para que podamos entender -o al menos pensar que entendemos- el por qué chucha nos moviliza tanto internamente y nos llena de energía.
El Cringe es algo doloroso pero adictivo (en La Sosiedad en la que Vivimos todo es así), es esa sensación ambigua entre el asco, risa, incomodidad e impaciencia que te da cuando entras en contacto con un Cringe Trigger.
Para mí en particular esta ambigüedad y ambivalencia del Cringe es lo que hace que sea Realmente Fascinante Gaia, porque no es puro odio, no es puro asco, no es pura risa, no es pura incomodidad y sobre todo -y con esto derribo la respuesta común y título de este blug- NO es Embidia.
Siempre me ha dado risa -y un poco de rabia- cuando toda crítica, chiste o comentario sobre alguien aka Cahuín se reduce a la Embidia.

¿Hay casos en los que unx se puede enganchar negativamente con un tema o con una persona porque debajo de la alfombra hay embidia e inseguridad?
Por supuesto, bienvenidxs a La Bida.
De todas formas siento que la maravillosa ambigüedad del Cringe (y gracias a su naturaleza visceral e instintiva) nos invita siempre a ir un paso más allá de nuestra primera racionalización básica. No se ustedes pero cuando yo siento cringe siento un fueguito en mi guatita (entre Swadisthana y Manipura), me lleno de impaciencia, mi cuerpa se estremece de inadecuación y mi cabeza se llena de comentarios negativos emitidos en piloto automático.
Esta experiencia emocional puede llegar a ser tan profunda que me cuesta pensar en ella como una mera reacción mezquina… tiene que haber algo más.
El Cringe como camino espiritual.
Cuando el cringe surge a través de la interacción con la pantalla es desagradable, pero cuando es en una interacción en la tercera dimensión carne-hueso OHHHHHHHJJJKSKKKKHHHHHHH *se retuerce* Pucha la cuestión que es difícil ahí.
Como tode good ex hippie nueva era que lo dio todo en su época, viví muchas situaciones llenas, pero es que llenas, colmadas, abutagadas de cringe. Si queríai chakras, teníai que tener tu porción de cringe siosí.
Ni siquiera sabría donde partir así que vomitaré la primera experiencia que se me venga a la cabeza para ilustrar mi punto.
Amigua Eri Superocho: En una época se hacían Biodanzas Ciudadanas en el parque forestal en Luna Llena. Era un evento mitad bonito y mitad piante. Normalmente las Biodanzas son muy movilizadoras, bonitas y respetuosas cuando solo hay gente que está ahí por motivación propia, pero en el forestal llegaba cualquier ser humano a participar y no era difícil darse cuenta quiénes eran lxs infiltradxs (normalmente señores piantes que daban su vida con tal de rozar una tetita con el codo). El solo hecho de ver como los hippies más hippies tenían que hacer esfuerzos supremos de optimismo para abrazar a gente hedionda a copete era un espectáculo en sí mismo (estoy orgullosx de mi mismx porque puedo decir que he estado en ambos lados de ese abrazo jijiji).
Pero les quiero contar de otra cosa.
En una de estas Biodanzas bizarras una señorita a la que llamaremos La Selknam me contó una de las historias más cringe, ridículas y llenas de ego que he escuchado en mi vida, a saber por el lector:
“Estoy trabajando La Empatía y el otro día decidí llevarlo al Plano Terrenal. Así que me compré dos cajas de Superocho y me dediqué a venderlos en las micros todo el día para saber cómo se siente un vendedor ambulante, ¡Y me fue increíble! Vendí todo como en 1 hora!!!”
Sus ojos estaban llenos de ilusión y autoafirmación. Era como si hubiese descubierto la clave de la empatía suprema. Vi que se sentía completamente satisfecha consigo misma ya que derrochaba una alegría que desde mi perspectiva solo empeoraba el cringe.
Les doy un poco de contexto para que me entiendan: Sin mentirles La Señorita Selknam era de las personas más físicamente atractivas que he conocido en esta encarnación. Se veía bien, welía bien, hablaba bien, era universitaria y tenía unos ojitos llenos de esa energía-perro-emocionada.
Yo lo único que podía ver en su relato era su incapacidad para Darse Cuenta de que muy probablemente su Beiesa y Prestamsia jugaron un factor importantísimo al momento de quitarle clientes al verdadero vendedor ambulante con el que tanto quería empatizar en su versión Beverly Hills del esfuerzo callejero.

Lo que hacía que todo fuese más difícil en esa interacción eran las celebraciones a la virtud moral que otras personas hicieron cuando escucharon su relato. Yo no lo podía creer, sentí soledad existencial, nuevamente incomodidad y cuando se fue sentí perplejidad y chiste interno. Desde ese día, cada vez que tomo micro espero topármela vendiendo Superocho y me imagino ayudándola con su causa empática llamando a los Pacos pa que se la lleven por comercio ambulante. Jiji.
Es difícil realmente definir el cringe. En el caso de La Selknam la vergüenza ajena surgió a partir de mi juicio de sus habilidades cognitivas y sociales. Lo sé, no es bonito, y por eso mismo escribo esto.
En otras ocasiones el cringe surge incluso sin la mediación de palabras. Alguien hace algo “estúpido”, “llamativo”, “disruptivo”, etc… y nos enciende la Toyotomi interna del cringe automáticamente. Ejemplos de esto último puede ser cuando en las marchas alguien de la nada comienza a bailar como poseídx africanx para limpiar sus chakras de milenios de control annunaki (ojo: yo mismx he sido esa persona, pero nunca he sido la persona que se atreve a partir y a cargar con todo el cringe ambiental).
Y acá -muy pencamente por sierto- llego al punto del cringe como posible camino espiritual: requiere mucha valentía hacer algo que sabes que puede dar vergüenza ajena.
En mi época de Biodanza esto se hacía patente en cada clase.
Yo sentía profundamente que necesitaba contacto humano, necesitaba abrazos, necesitaba miradas, necesitaba ser vistx. Había llegado a un punto en el que ya me había confesado a mi mismx que necesitaba todo eso y que no me iba a castigar por ello.
Y ahí nos hacían bailar ridículamente: estilo poseídx, estilo potocaca, estilo guanchunleru, rock, reggae, pachanga, ets…
Y nos hacían hacer cosas incómodas: sostener la mirada por minutos con un desconocido, con tu propia sensación de ridículo y la del otro, abrazar profundamente a otra persona q no conoces y abrirte a sentir todo lo que surja, bailar haciendo una ronda tomadxs de las manitas, jjjjj.
En un principio yo pensaba que iba para allá a suplir la falta de amor de mi familia (no de mi mamá, te amo musho mamá) y en cierta medida así fue, pero luego me di cuenta que mientras más me atrevía y me sentía en comodidad con el ridículo, más feliz me sentía en general.
Dicho en cursi: la paleta de colores con la que yo Pintaba la existemsia se agrandó.
Había cringe? Sí, pero ir más allá de la incomodidad y realmente soltarme me enseñó que unx se puede limitar por puro ego, por sentirte importante y sentir que estás por sobre el ridículo de la existencia.
¿YENTONCES?
Seguimos con la maravillosa ambigüedad.
Embeses el cringe es un termómetro para la estupidez (o falta de honestidad) humana, y embeses puede ser un mecanismo de defensa para no atreverte a hacer cosas que te puedan poner en ridículo.
Creo que todxs conocemos a alguien al que todo le genera cringe, como si eso lo posicionara en un lugar superior al ridículo. O también existen variables de esas personas que -siendo conscientes de su rigidez- actúan espontaneidad y atrevimiento de formas muy calculadas.
Mi experiencia me dice que toda esa gente desagradable es Virgo.
Existe también la figura del Cringe Sádico, la cual refiere a esa sensación de vergüenza ajena que te proporciona un extraño y oscuro goce interno. Esta en particular encuentro que es la versión más aterradoramente humana de todas ("¡Qué rico que hiciste el ridículo, me llena de regocijo tu fracaso!"). Y acá declaro uno de mis placeres culpables: cuando me siento miserable y necesito valorar positivamente mi existencia veo estos videos.
Referentes del Cringe.
Aquí nos podríamos demorar años en debatir quienes son los máximos exponentes del medio nacional, así que En Virtud del Tiempo y de que La Weá Es Mía, elegiré a las dos personas que me generan mayor interferencia espiritual: Dns Rsntl y Cmlo Zcvo.
Aber, por donde partir.
Partamos quizás con la tesis de la percepción de poca honestidad.
La Moral Distraída es quizás la banda chilena que más ha peleado por ganarse La Corona de La Corrección Política, y la Denis probablemente esté en el Top 1 como artista individual.
La fórmula es sencilla: traducir tus pensamientos sobre política, amor propio y revolución a notas musicales y letras-himno sencillas de recordar.
No hay metáforas ni dobles lecturas, la idea es que tu letra sea tan explícita y concreta que no quede ningún espacio para dudar de lo que se pretende: generar con100sia, aportar tu granito de arena y cambiar La Munda.
En esta dinámica la persona que escucha ocupa un rol completamente pasivo ya que no se le pide que piense nada: el slogan ya fue pasado por el filtro de lo correcto y ya funciona como afirmación espiritual a fuerza de repetición.
Con esto pueden pensar que estoy re-descubriendo la rueda del Pop. Pero no, también existe música Pop que propone ambigüedad e invita al “fan” a crear su propio imaginario simbólico musical. No todo está previamente procesado, no todo es obvio y puede seguir siendo un Pop pegajoso.
En ambos casos estos referentes musicales apelan a esa parte de nosotrxs que es extremadamente pajera.
Luego el tema de la honestidad del mensaje y quién es la persona que lo emite.
No dudo que Denis honestamente crea que todxs debemos amarnos a nosotrxs mismxs y no creo que La Moral Distraída no crea realmente en Hacerlo Rico y Natural, de hecho, creo que debe haber pocas personas que crean lo contrario y en este sentido les pongo un 2.0 + anotación negativa en el item “atrevimiento creativo”. Es fácil gustar cuando tu “producto” es fácilmente digerible y gustable (excepto para la gente incel como yo que dedico un Viernes a decir por qué no me gusta).
Yo mismx he pensado eso en relación a mi contenido. Podría llegar quizás a los 700k seguidores si me pusiese a compartir el contenido de páginas tipo chilewebeo, peochileno, accionantidiarréica, etc. Pero no sería honesto, no me dejaría tranquilx y pos entonces no. Sí. Me dí color.
Ahora: el mensajero también es el mensaje.
Qué opinarías si vieran esto:

Momento polémico, abro consulta:
¿Podemos separar a la persona que entrega el consejo de la validez del mismo consejo? ¿O van de la mano?
Comprendo a la perfección que la inseguridad psicológica y la falta de amor propio puede habitar cualquier cuerpo y no porque Denis tenga un cuerpecito “hegemónico” está invalidada per sé para dar sus discursos musicales.
O en el otro caso, no necesariamente por el hecho de que La Moral esté constituida por onvres “blancos” no van a poder hacer canciones sobre inmigración, amor propio u orgullo homosexual, ¿o no?
Me estoy metiendo en un zapato shino que le dicen pq para mí estos temas no están ni cerca de estar resueltos. Quién chucha se supone que puede hablar de qué y por qué chucha nos preocupamos tanto de quién se apropia de qué weá si al fin y al cabo todas las personas q nos hacemos estas preguntas estamos aparentemente “de acuerdo” en ciertas cosas básicas como relaciones saludables, no al fascismo, Vodanovic es mejor de Cárcamo, etc, etc,,, Para Pensar Señores,,,
A lo que voy es que me sitúo en la carne del público ideal de cada unx y me sigue generando interferencia espiritual.
Me sitúo en el cuerpo y mente de una niña adolescente no hegemónica que sufre por sus inseguridades. Me imagino estando ahí viendo a la Denis con su cuerpecito diciéndome que me ame. Me imagino el esfuerzo psicológico que debería hacer para no pensar que para una persona que constantemente recibe feedback positivo sobre su apariencia debe ser al menos 80 veces más sencillo llegar a cierta paz mental sobre unx mismx.
Me sitúo también en los zapatos de un inmigrante en Chile viendo un video en el que soy representadx cocinando o haciendo las cosas que según La Moral Distraída hacen los inmigrantes. Me imagino escuchando en esos zapatos a Camilo Zicavo diciéndome que me quede acá aportando con mis colores en mi barbería, dándome permiso para existir en su país.
En ambos casos el cringe y disonancia cognitiva es grande. En ambos casos no entiendo si el mensaje es honesto o es una forma intrincada de demostración de virtudes por parte del artista. No entiendo si debería bypassear el “cuerpo perfecto” de Denis o debería obviar que Camilo Zicavo me habla como si fuera un niño inmigrante de 6 años.
O quizás debería sentirme como La Selknam pensaba que se sentiría el vendedor ambulante de Superocho ante su demostración de bondad y plenitud espiritual.
O mejor aún, quizás debería situarme en la mente de la niña de primero básico a la que yo siento que le habla, y emocionarme honestamente con su Vibra Alta sin ningún atisbo de cinismo.
Quizás acá soy yo quien comete un error al asumir que su público objetivo sí o sí va a experimentar esta disonancia cognitiva y cringe. Lo lógico sería pensar que no les ocurre y por eso no tienen ningún dilema con Corear con el Cora sus Cansione.
¿YENTONSE 2?
Acabo de escribir 6 páginas en Word para racionalizar el por qué de la experiencia del cringe: percibir falta de honestidad, disonancia cognitiva, mecanismo de defensa, etc. Pero creo que el Cringe sigue siendo algo más profundo, más básico y más visceral de lo que queremos asumir.
Creo que simplemente hay personas que nos generan escozor espiritual a partir de su mera existencia, y eso es algo que nos cuesta asumir. De manera diplomática decimos “no me gustó de presencia”.
En este sentido, lxs niñxs y animales viven en un mundo lejano a estas culpas adultas. Si no te gusta alguien simplemente demuestras tu aborrecimiento de la forma más cerda posible y sigues con tu vida instintiva como si nada.
Es bacán encontrar argumentos racionales para justificar el sentir Rechazo hacia alguien porque de esa forma nuestros instintos más bajos quedan perdonados en lo invisible. Se puede racionalizar esto de mil formas y encontrar argumentos “válidos”,,, pero el problema de fondo sigue sin resolverse.
Si tu eres de las personas Superocho que hace ruido cuando respira, hace ruido cuando come, vive pensando en formas de demostrar su virtud y recibir palmaditas virtuales en la esparda, llorabas cuando te sacabas un 5.5. en el colegio y te gusta el Kriko, permíteme dedicarte una canción (aprieta en la imagen):
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